Hace tiempo, desde niño, Víctor Carrazco aprendió a volar. En su imaginación volaba sobre la espectacular bahía de Topolobampo, sobre las montañas costeras, sobre los inmensos manglares y tantos lugares hermosos de esta tierra sagrada, bendecida por ese ser superior Creador de todas las cosas.
Su pasión por la naturaleza lo llevó a recorrer a pie o en rodadas todos esos fascinantes lugares. Lo vimos, a través de sus vídeos, internándose en la majestuosa sierra de Barobampo, adentrarse en las azules y tranquilas aguas donde el Pechocho escribe una historia como mensajero de vida y alegría.
En la búsqueda de reencontrarse asimismo, nada lo detenía, ni los climas más extremos, ni las distancias , ni los peligros.
Un día, en fatigosa ruta de rodada, que inició con su equipo de amigos, muy temprano por senderos impresionantes de Navachiste, el West se desvaneció y cayo en sueño profundo, para no despertar jamás.
Víctor, el joven que derrochaba energía y felicidad, el amigo que atraía por su gran calidad humana emprendió un largo viaje volando al lado del Todopoderoso. Víctor nos deja un valioso mensaje , de que el amor debe estar por encima de todas las cosas.
Descanse en paz amigo West!!